Los movimientos de la cuerda se convierten ahora en lento balanceo. En sus seguimientos, los jugadores saltan sobre ella de un lado para otro. La cuerda ya no es el arco tenso que gira. Movida con tranquilidad acompañado de canciones.
Al pasar la barca
Me dijo el barquero:
-Las niñas bonitas
no pagan dinero.
Al volver la barca
Me volvió a decir:
-Las niñas bonitas
no pagan aquí.
-Yo no soy bonita
ni lo quiero ser.
Yo pago dinero
Como otra mujer.
¡Arriba la barca,
una, dos y tres!