Entendemos la educación para la paz como  “un proceso dinámico, continuo y permanente, fundamentado en los conceptos de paz positiva y en la perspectiva creativa del conflicto, y que, a través de la aplicación de enfoques socio-afectivos y problematizadores, pretende desarrollar una nueva cultura, la cultura de la paz, que ayude a las personas a observar críticamente la realidad situándose en frente y actuar en consecuencia” (Xesús Jares.)

En la educación par ala paz la coherencia entre los contenidos y los métodos empleados y las estructuras son esenciales.

  • Actitud: la actitud del educador y del educando deben concordar con los valores que se quieren transmitir: no autoritarismo, equidad, y por parte del educando, actitud participativa, crítica.
  • Metodología: se trabaja con la metodología socio-afectiva, a partir de la vivencia individual y los sentimientos que esta nos genera, para poder llegar a una reflexión y a una transformación.
  • Estructuras: es importante que el establecimiento de las normas de relación entre las personas de un grupo sean conocidas y aceptadas por todas. Esto requiere que estas normas se hayan debatido y consensuado. Es importante, también, que las decisiones se tomen de forma inclusiva.
  • Contenidos: algunos de los contenidos de los contenidos de la educación para la paz son la educación para el desarme, la educación para los derechos humanos, y la educación intercultural. Educamos para la conciencia crítica, a través de la paz, la violencia, el conflicto, etc.

Paz

            Algunas personas entienden la paz como un estado caracterizado por la ausencia de guerras. Desde la educación para la paz se ha definido este concepto como paz negativa.

            La paz positiva, en cambio, es un concepto más amplio y más ambicioso que recoge el proceso de realización de la justicia en los diferentes niveles de la relación humana. Es un concepto dinámico que nos trae a aflorar, afrontar y resolver conflictos de forma no violenta y el fin de la cual es conseguir la armonía de la persona con ella misma, con la naturaleza y con las otras personas.

Violencia

Entendemos la violencia como aquella actitud o comportamiento que constituye una violación o la privación al ser humano de algo que le es esencial como persona.

Lo que generalmente se entiende como violencia es una agresión física o psicológica: asesinato, tortura o maltrato psicológico. Llamamos a esta violencia directa.

Pero este tipo de violencia, no es el único. Hay otros tipos menos visibles pero muy presentes y con consecuencias muy graves. De hecho, la violencia directa a menudo es el resultado visible de otras violencias. Una de ellas es la violencia estructural, la violencia que forma parte de la estructura social y que impide cubrir las necesidades básicas, como la generada por la desigualdad social, el paro, la malnutrición, la carencia de servicios sanitarios y educativos básicos.

La otra violencia cultural, aquellos aspectos del ámbito simbólico que se utilizan para justificar o legitimar la violencia estructural o directa. Aquellas argumentaciones que nos hacen percibir como normales situaciones de violencia profunda.

A menudo, las causas de la violencia directa están relacionadas con situaciones de violencia estructural o, justificada, por la violencia cultural, como ejemplo: guerras a causa de abuso de poder, reciben el respaldo de discursos que justifican estas violencias.

Educación para el conflicto y la convivencia

Definimos el conflicto como aquella situación de disputa o divergencia en que hay una contraposición de intereses o necesidades antagónicas entre dos o más partes. El hecho de asociar la idea de conflicto con la manera en que hemos visto que se resulten tradicionalmente, la violencia, hace que a menudo se considere un concepto con connotaciones negativas. Tenemos que tener en cuenta:

–          es una forma de respetar la diversidad de opiniones y percepciones, es decir, la diversidad de personas que conviven juntas.

–          Permitir buscar soluciones satisfactorias e innovadoras para todas las partes.

–          Puede ser un medio de transformación de la sociedad hacia modelos mejores, el concepto de conflicto puede tomar connotaciones muy positivas.

La educación para el conflicto invita a tener una actitud activa y afrontar el conflicto, buscando evitar la sumisión, la evasión o la competición a favor de la negociación y la cooperación.

Podemos trabajarlo con determinadas aptitudes y habilidades para trabajar la relación con uno mismo y con las otras personas y la capacidad de analizar, negociar y buscar vías de transformación de un conflicto.

Provención

Provenir es proveer a las personas y a los grupos las aptitudes necesarias para afrontar un conflicto. La prevención se diferencia de la prevención en qué su objetivo no es evitar el conflicto sino aprender a afrontarlo.

La prevención debe trabajarse de forma gradual, desde los aspectos más superficiales a los más profundos de si misma y de la relación con las otras personas.

–          Presentación de las características básicas de las personas.

–          Conocimiento de si misma y de las otras personas. Qué es lo que tengo en común con la gente que me rodea.

–          Aprecio de uno mismo y hacia los demás.

–          Confianza en uno mismo y hacia los demás.

–          Comunicación afectiva, diálogo, escucha activa.

–          Cooperación en grupo.

–          Confundir los intereses que están enfrentados, con los actores que tienen esos intereses, con el proceso que está siguiendo el conflicto.

Análisis y negociación de conflictos y búsqueda de soluciones

La clave del análisis de conflictos y la negociación está en no confundir los intereses que están confrontados (problema), y las personas que tienen esos intereses.

Tenemos que confrontar las percepciones que tenemos del conflicto con las percepciones de los demás actores implicados, reconocer nuestras emociones y actuar en consecuencia.

Del proceso es importante controlar las dinámicas de comunicación, analizar los procesos y las estrategias seguidas en el conflicto, y establecer las normas de cómo se negociará para conseguir un consenso.

Del problema la principal tarea es encontrar que intereses se esconden detrás de nuestras posturas: a menudo, cuando estamos delante de un conflicto, defendemos una posición incompatible con la del otro actor en conflicto.

Estos pasos deben permitirnos buscar soluciones que estén consensuadas por todo el mundo, y que sean verificables.

Educación para comprender el mundo

Es la vertiente macro social de la Educación para la paz, analizando temas como la paz a nivel mundial, los conflictos armados, y las relaciones entre los pueblos de diferentes culturas. Ofrece las herramientas básicas para entender de forma crítica las interrelaciones de todo tipo de actores y de flujos a nivel mundial.

Esta educación, analiza la paz positiva y los conflictos armados como temas centrales: conocer causas y consecuencias, analizar temas de incidencia global, papel de los medios de comunicación, etc.

Resalta la importancia del sistema legal internacional, como el derecho internacional público, el derecho internacional de los derechos humanos, etc.,  que establecen el marco de las relaciones mundiales, y reflexiona sobre el papel de los actores internacionales.

Educación intercultural

Promueve una concepción dinámica de la identidad que facilite el encuentro con y el aprendizaje del otro. Para ello, intenta desenmascarar los estereotipos y los prejuicios, que nos provocan una imagen negativa del otro.

Desenmascararlos es posible entendiendo los mecanismos psicológicos de las personas que llevan a simplificar todo lo que nos rodea en categorías, que generan la necesidad de sentirse parte de un grupo homogéneo, y que hacen que sean más visibles las diferencias que las similitudes respecto al otro grupo. Unos mecanismos que podemos encontrar muy cerca debido a la mezcla de culturas que está comportando la inmigración.