Estrategias para realizar un examen con éxito

1º. Estudiar con método, organizando y estructurando claramente la información. Cuando se ha estudiado exclusivamente repitiendo mecánicamente la información, son al menos dos las consecuencias previsibles en el examen. Una, desorganizar la respuesta. Y dos, omitir información que se sabía pero que no se ha escrito.

2º. Controlar el exceso de tensión antes y durante el examen. Hay que estar motivados, es decir, sentir una razonable activación y deseos de hacerlo bien sin que ello suponga perder el control de uno mismo.

El día del examen

a)      Si puedes elegir sitio, siéntate en los primeros lugares.

b)     Estar descansados.

c)      No repasar a fondo el mismo día.

d)     Controlar la tensión emocional que genera pensar en el examen. Para ello, relaja tus músculos y respira profundamente varias veces. Luego normaliza tu respiración.

e)      No hablar del examen antes de empezarlo.

f)       Asegurarse de que llevamos todo lo que se necesita para realizar el examen.

g)     Entender correctamente las instrucciones antes del examen, tanto las que nos da el profesor como las que vienen en la hoja de examen.

h)     Lee las preguntas y calcula el tiempo para cada una.

i)       Comienza por las preguntas que tengas mejor aprendidas.

j)        Haz un pequeño esquema antes de empezar a redactar, así podrás estructurar mejor el tema y no olvidar nada importante.

k)     Procura entregar el examen lo más limpio posible.

l)       Si terminas antes de tiempo dedícalo a corregir, repasar la ortografía o pensar en preguntas que hayas dejado sin contestar.

 

 

Tipos de exámenes

Los distintos formatos de evaluación generalmente utilizados en el ámbito académico requieren en cada caso distintos modos de proceder. Podemos agrupar los exámenes en tres grandes grupo: el examen de prueba objetiva conocido como tipo test, el que se conoce como examen a desarrollar o tipo tema, y el de problemas.

 

A/ Examen tipo test

Ante esta forma de evaluación existe una creencia errónea de que se ha de preparar de un modo diferente al examen tipo tema. Se dice que para preparar un test no es necesario memorizar y que lo fundamental es comprender. En estos tipos de exámenes también se preguntan datos e informaciones concretas a los que sólo podremos responder si hemos memorizado.

El modo de contestar una prueba de estas características forma parte de un proceso continuo que exige las siguientes tareas:

  1. Empezar leyendo de forma ordenada y sin prisa todas las preguntas del examen y contestar a aquellas de las que se esté bien seguro de su respuesta.
  2. Aquéllas sobre las cuales se tenga una duda razonable, marcarlas con un asterisco o un guión para volver sobre ellas en una segunda vuelta. Se trata de no perder tiempo en dar vueltas a una pregunta sin responder antes a las conocidas.
  3. Contar el número de preguntas dudosas que se han marcado, contar el tiempo que falta para acabar el examen y hacer una pequeña división que permita calcular cuánto se puede dedicar a cada pregunta, y siempre dejando tiempo para un repaso final.
  4. Por último, repasar todas las respuestas incluyendo aquellas que consideramos al principio como seguras.

Finalmente, es muy conveniente aprovechar el tiempo final para repasar incluso aquellas preguntas que contestamos como seguras, porque pasados los minutos y después de haber hecho el examen podremos encontrar algún fallo que nos resulte sorprendente.

B/ Examen tipo tema

Para contestar adecuadamente a este tipo de examen debemos comenzar leyendo comprensivamente todas las preguntas, es decir, anticipando qué es lo que habría que contestar a cada una de ellas.

Seguidamente elegimos la primera cuestión a resolver. Si es posible, empezaremos contestando la pregunta que mejor sepamos, ya que esto nos puede dar confianza ante el examen y nos permite relajarnos un poco más, sobre todo si habíamos comenzado el examen, un poco nerviosos.

Márcate un tiempo límite por pregunta y procura ajustarte a él. Cuando el profesor ha puesto un examen muy amplio para desarrollar en un tiempo limitado, esto quiere decir que, en cada pregunta, se puede sintetizar la información recogiendo las ideas principales y excluyendo los detalles e ideas más específicas.

Una vez que des por concluido el examen repásalo. Léelo sin prisa distanciándote del texto que acabas de escribir, como si estuvieses leyendo el ejercicio de un compañero. Por supuesto, presta en este momento una especial atención a la ortografía, ya que no se debe olvidar que un examen con errores ortográficos, nunca será calificado como muy bueno.

C/ Examen de problemas

Para resolver un examen de problemas, ya sea de matemáticas o de cualquier otra asignatura del área de ciencias, sigue el mismo procedimiento empleado para realizar los problemas durante el estudio. Recuerda que si dominas la materia y has estudiado siguiendo un método comprensivo puedes tener un muy buen resultado en estas pruebas, porque la tarea empleada para evaluarte es idéntica a la  utilizada para estudiar.

Recuerda:

  1. Leer, al menos, dos veces el enunciado.
  2. Esquematizar por escrito los datos y las incógnitas y, si es posible, representar gráficamente el problema.
  3. Buscar una estrategia para resolver el problema y desarrollarla por escrito.
  4. Aplicar paso a paso el procedimiento. Realizar cuidadosamente los cálculos.
  5. Revisar el proceso.
  6. Siempre que se conozca otro modo seguro de resolver el problema dejarlo planteado.

 

D/ Examen Oral

Antes:

–          Haz prácticas de exposición oral a solas en tu casa.

–          Formúlate tú mismo preguntas.

–          No aprendas los textos al pie de la letra, sino las ideas y sus argumentos.

–          Usa reglas mnemotécnicas.

Durante:

–          Hazte un mapa mental de tus ideas.

–          Sé conciso en tu respuesta.

–          Habla claro

–          Muestra seguridad.

–          Piensa lo que vas a decir.

–          No uses un vocabulario muy rebuscado, pero tampoco excesivamente coloquial.

 

E/ Después del examen

Después del examen, y transcurrido un tiempo breve, revisamos en textos y con el profesor, las cuestiones planteadas en la prueba y que respondiste insuficientemente o incorrectamente. Aprovecha la revisión de exámenes para aclarar dudas y confusiones. Esto mejorará tu comprensión y conocimiento de la materia y, además, garantiza no cometer de nuevo los mismos errores. Recuerda, que por lo general, los aspectos evaluados en un examen son los más importantes de  una asignatura y, por tanto, siempre existe una alta posibilidad de volver a ser planteados en otro prueba.

 

 

 

Cómo superar los estados de ansiedad, la tensión y los nervios en un examen

Una cierta ansiedad antes del examen es normal. Incluso te ayudará a reaccionar y te estimulará positivamente. Una ansiedad fuerte puede ser un indicador del miedo al fracaso que aparece en aquellos casos en no se han preparado bien los exámenes. La solución es recurrir a la planificación de tu tiempo y a unos horarios realistas.

Una gran ansiedad puede afectar a estudiantes que han preparado bien sus exámenes y sin que, en principio, exista una razón explicativa de tal ansiedad. La explicación más común suele estar asociada a la tensión anormal provocada por el propio examen que revierte en aspectos muy negativos: deficiente lectura de las preguntas, confusión en las respuestas, lapsus mentales… que provocan un claro desaprovechamiento del esfuerzo realizado para la preparación de los exámenes.

Consejos adicionales:

  • Dormir bien la noche antes.
  • No ir con el estómago vacío al examen, aconsejable tomar un pequeño aperitivo a base de fruta o vegetales (zumos…). No tomar alimentos con alto contenido en azúcar.
  • Intenta pensar en el examen como una recompensa al esfuerzo y una liberación del esfuerzo que has concluido.
  • Practica técnicas de respiración y relajación antes del examen (la respiración puedes practicarla incluso durante el examen).
  • Sigue las técnicas de examen que hemos recomendado. Esto es: lee las instrucciones y las preguntas cuidadosamente, haz un esquema de respuesta – borrador, etc.
  • Si te quedas «en blanco» en una pregunta, salta a otra. Si te quedas totalmente en blanco, intenta escribir algo, lo que sea…. en tu mente está la respuesta y se puede abrir en cualquier momento con un pequeño estímulo.
  • Practica Técnicas de respiración y Técnicas de relajación. Te ayudarán.