Esta es una actividad divertida en la que todos tenemos cabida, vamos a montar un circo con sus diferentes partes y diversos personajes del mismo.

Aprovechar nuestras habilidades

No todo el mundo sirve para las mismas cosas. En las primeras sesiones pondremos en común las habilidades que cada uno tiene. Hay cosas muy aprovechadas: unos saben sostener en equilibrio una escoba o palo sobre sus dedos, sus pies o su nariz; otros saben cantar bien; otros saben tocar algún instrumento; hay quien sabe imitar personajes o animales; alguno sabe hacer el pino e incluso caminar con las manos. Otros, que no salen al público: son buenos administradores, saber hacer decorados, pintar, dibujar, entienden de electricidad… todos tienen su sitio en el circo.

En las primeras sesiones descubriremos las posibilidades de cada miembro e intentaremos que las ponga de manifiesto. Estas habilidades que cada uno tiene son, junto al trabajo en grupo, la esencia de un buen espectáculo.

  • EL PRESENTADOR

El papel del presentador es fundamental. No sólo debe presentar, sino animar y mantener el espectáculo comentando la actuación de unos y otros, encandilando al público en algunos momentos y animándole al aplauso en otros. El presentador habrá preparado algún chiste o algún acertijo en caso de que se retrase la aparición de unos actores por causas de última hora.

  • LOS PAYASOS

Es importantísimo disfrazar muy bien a los payasos. Llevarán ropas grandes y multicolores, tirantes, sombrero, zapatos grandes (los puedes fabricar con cartón fuerte), chaleco y una peluca. La peluca la puedes hacer con una cartulina fuerte de unos20 cm. de ancho por20 cm. de largo. Los lados de la cartulina (tomada a lo largo) los iremos perforando cada centímetro y medio aproximadamente. Luego, de un ovillo de lana de color rojo cortaremos trozos de unos50 cm. que los doblaremos por la mitad y los introduciremos en cada uno de los agujeros. Luego el payaso se pondrá esa cartulina sobre la cabeza, sujeta con un sombrero.

Los payasos deberán esforzarse en que su número sea más visual que sonoro. Por otra parte, es difícil dominar a un auditorio con la voz. Prescindir de los chistes conocidos y vulgares y esforzaos por dar contenido a los gestos.

  • LOS EQUILIBRISTAS

En este número se puede conjugar lo cómico con lo serio, la broma con lo que realmente es una habilidad (aunque saber hacer broma es otra gran habilidad).

En la parte humorística de¡ número de equilibristas puede salir un grupito con un somier viejo de una cama. Sobre ese somier, darán saltos y efectuarán brincos mortales. El somier puede representar una especie de cama elástica en el aire, un flaquito podrá dar un salto mortal y dejarse caer en el vacío para ir a caer en los brazos de un compañero que sea gordo y buena persona.

En la parte seria podrían aparecer los equilibrios de escobas (aquellos que sepan hacerlo) intentando ser originales (pasar la escoba de¡ dedo de uno al otro compañero; trazar una raya en el suelo e ir recorriéndole llevando una escoba en equilibrio; recorrer esa línea dando saltos con un pie mientras que con el otro sujetamos equilibradamente la escoba). En todo caso habrá que imaginar y ensayar. También puede haber compañeros que sepan hacer una torre humana: en este caso deberán hacerla tomando las debidas precauciones. Se pueden hacer equilibrios sobre un caballete de madera llevando una fuente con objetos en cada mano (en este caso habría que ensayar y procurar que los objetos que lleva el portador sean de plástico…)

Evidentemente, tanto para los forzudos como para los domadores, habrá que lograr una buena simbiosis entre lo cómico y lo serio. Si esta simbiosis se realiza con ingenio y se dosifica correctamente, ambos números conseguirán el aplauso y harán pasar un rato agradable.

  • LOS FORZUDOS

Si hubiera algún compañero que realmente fuera fuerte y quisiera prepararse algún número podría hacerlo perfectamente. Si este compañero existe, hará sus exhibiciones con cacharros y cosas, nunca con personas. Es decir, levantará pesas, pero no probará a levantar y juguetear con personas.

En cuanto a lo del toque cómico, hay que esforzarse en buscar un grupo de jóvenes que tengan cualidades mímicas. Saldrán uniformados (lo ideal sería una camiseta tipo imperio y un pantalón corto, ambos con rayas transversales). Todos lucirán un amplio bigote y largas patillas. Entre varios irán trayendo objetos al forzudo: las pesas, cada vez más grandes. Este forzudo irá vestido con rellenos dentro de la camiseta, de modo que parezca mucho más grueso de lo que realmente es. Se le pueden poner toallas o una almohada bien sujeta.

Las pesas, las haremos con un palo en el que ataremos a sus extremos sendos globos. En los globos estará escrito el peso de cada pesa: 25, 50 y100 kg. por pesa.  Una vez que entre varios hayan conseguido arrastrarle las pesas hasta sus pies (cada vez con mayor peso), el forzudo las irá levantando con gran esfuerzo y sonoros resoplidos.  Una damisela puede secarle el sudor entre pesa y pesa.  Finalmente, cuando el forzudo esté recibiendo los aplausos de la concurrencia, al finalizar su actuación, el más pequeñito de todos se acercará a las pesas, las cogerá con una mano y se largará.  Este efecto puede ser muy vistoso.  Importa mucho la parsimonia -no lentitud- con que este se haga.

  • LOS DOMADORES

Para el número de los domadores, pueden aprovechar alguna habilidad especial que tenga algún animal de algún familiar o amigo.  En ocasiones, hay perros o gatos que saben hacer las cosas simpáticas.  Descubrir, si pueden, algún animal que reúna estas condiciones.

El domador deberá ir elegantemente vestido.  Un elegante bigote le dará un aspecto de seriedad.  Le haremos también una chaqueta muy elegante.  Debemos agarrar dos cartulinas del mismo color y unir una y otra por el lado más corto.  Engrapamos ambas cartulinas por donde la hemos unido y por allí mismo la doblamos.  Hacemos un agujero para que pase la cabeza del domador y dibujamos en la parte delantera unas líneas que se llaman «brandeburgos».  Por debajo irá un jersey del mismo color que las cartulinas.  Los pantalones serán de rayas longitudinales.  En los pies el domador llevará unas botas de agua.

  • LAS FIERAS

Los que van a ser leones deberán ponerse un pijama de color amarillo o marrón, unos guantes del mismo color.  En la cabeza y en la barba se pondrán  espartos naturales deshilachados, sujetos con una goma elástica.  Sus rugidos deberán ser aterradores.

También pueden visitarnos pesados elefantes.  Un elefante estará compuesto por dos jóvenes.   Llevarán el pantalón del chandal del mismo color.  Una manta cubierta por encima les cubrirá y el compañero de delante podrá fabricarse con cartulina una cara de elefante.

El domador podrá utilizar para amansar a sus fieras frases que suelan decir algunos profesores, especialmente duros, y que sean típicas en ellos.  También podrá amenazar a las fieras con la firme promesa de que avisará al profesor de matemáticas si no obedece.  Suele ser una amenaza terrorífica.

Ya tenemos todos los números preparados.  Pensemos ahora en el montaje material del circo y en el desarrollo del espectáculo.

  • La Música

Aunque tengan vuestra propia orquesta formada por compañeros músicos, la música es imprescindible. Una música de violines subrayará la actuación de los equilibristas; la música de una película espectacular realizará la entrada de los forzudos; una música exótica será muy sugestiva en la actuación de las fieras… El encargado deberá tener el orden de los números para ser eficaz en su tarea de ambientador musical.

  • El orden del espectáculo

Es muy importante que el orden de los números esté bien construido. No hay que juntar dos números de carácter cómico ni poner seguidos los números musicales. El orden lo establecerán procurando que haya variación a lo largo del espectáculo, dejando los números fuertes, los mejor conseguidos, para el final.

De cualquier manera, el circo comenzará con un desfile y terminará del mismo modo. En el caso de que haya majaretes, actuarán en ambos desfiles y hacia la mitad.

  • El público debe participar

Los payasos, los presentadores y todos aquellos que tengan más entrada con el público, se ocuparán de que éste participe de verdad. Se pueden cantar canciones y animar a que el público las coree y también se puede invitara que alguien salga a la pista para participar en alguno de los números.

Días antes del espectáculo habrá que anunciarlo con grandes carteles. En los carteles se denominará a los artistas por su nombre artístico, no por sus nombres propios.