Algunos consejos para que mantener unos hábitos alimentarios sanos te resulte fácil.

  • Masticar despacio y ensalivar bien los alimentos para evitar flatulencias, hinchazón y mal estar.
  • Evitar la fruta de postre, mejor entre horas o sola en el desayuno.
  • Come alimentos vivos en cada comida como semillas germinadas de alfalfa, pipas de girasol, fenogreco y trigo, son muy enzimáticos y fácil de digerir. Es recomendable comer el doble de crudo que de cocinado y a la vez bocado de uno, bocado de otro.
  • No beber durante las comidas, si la dieta es hidratada no produce sensación de sed y los líquidos comiendo diluyen los jugos gástricos y dificultan la digestión.
  • Evitar los azúcares refinados; azúcar blanco de remolacha o caña, dulces y pastas elaborados con harina blanca y azúcar, chocolates y mermeladas. Agotan las glándulas suprarrenales por sobreexcitación y debilita el sistema inmunitario.
  • Reducir la toma de café todo lo posible; el café reduce la absorción de zinc, hierro, cromo y calcio que se pierde a través de la orina después de ingerir cafeína (diurético)
  • Evitar consumir alcohol en exceso.
  • Reducir el tabaco; estimula los jugos gástricos, invitando a comer.
  • Preferir la carne blanca como pollo o pavo, una vez a la semana.
  • Como fuente de grasas utilizar; aceites vegetales crudos y semillas (lino, sésamo, etc.)
  • Preferir los lácteos fermentados, como yogurt o el kéfir.
  • Reducir el consumo de sal de mesa, en su lugar utilizar sal marina gruesa, salsa de soja de calidad y sal de hierbas, en reducida cantidad.
  • Si no hay hambre aprovechar para tomar sólo fruta, ensalada o un zumo natural, sobretodo por la noche.