Entrevista de selección de personal

Materiales: mesas y sillas, papel y lápiz para cada participante, una forma de Requisición, varias Formas de Solicitud.

Desarrollo: para la dinámica el monitor hará hincapié en que se va a trabajar con formas de requisición de personal y de solicitud de trabajo reales, en las que se han respetado algunos datos, variando únicamente en datos íntimos como nombre, dirección, etc. para salvaguardar la identidad de los involucrados.

Cada participante recibirá un juego de formas, las cuales deberá analizar como si él hubiera hecho la requisición y las solicitudes correspondieran a los candidatos previamente seleccionados y aceptados por el departamento de personal, y que le son turnados para que él decida favorablemente por uno de ellos, y prepare la entrevista a la que posteriormente someterá a su favorito.

Los participantes no deberán intercambiar información ni hacer comentarios durante el transcurso del ejercicio. El monitor da la señal para empezar.

Al final del ejercicio, se efectúa una mesa redonda para que los participantes hagan intercambio de sus conclusiones, comentarios, juicios, o apreciaciones, etc. sobre los candidatos.

El monitor procurará conducir la discusión final a hacer resaltar el vicio de prejuzgar a los candidatos sin realmente conocerlos ni haber tenido un intercambio con ellos. También resaltará el hecho de que un mismo candidato es apreciado de muy diversas formas según el individuo que selecciona (“color del cristal con que se mire”), puesto que los prejuicios no se basan en la objetividad.

¿Sabemos escuchar?

Materiales: un cuestionario y un lápiz para cada participante.

Desarrollo: el monitor explica el objetivo del ejercicio. Se divide al grupo en parejas, y se reparte un cuestionario a cada participante y se le pide que lo responda. Una vez contestado el cuestionario, cada pareja debe comentar entre sí, las respuestas. Al finalizar, el grupo comenta el ejercicio.

Guiñando el ojo

Para la dinámica dividimos a los participantes en dos grupos (el segundo grupo con un participante más). El monitor indica a los participantes que el primer grupo representará a los “prisioneros”, los cuales deberán estar sentados en las sillas. Deberá existir una silla que quede vacía.

El segundo grupo representará a los “guardianes” que deberán estar de pie, atrás de cada silla sin tocar a su “prisionero”. La silla vacía deberá tener también un guardián. El “guardián” de la silla vacía deberá guiñarle el ojo a cualquiera de los prisioneros, el cuál tiene que salir rápidamente de su silla a ocupar la silla vacía sin ser tocado por su “guardián”. Si es tocado debe permanecer en su lugar.

Si el “prisionero” logra salir, el “guardián” que se quede con la silla vacía es al que le toca guiñar el ojo a otro “prisionero”.

El monitor marca, de acuerdo a su conveniencia, el tiempo que durará el ejercicio. Al término del ejercicio el instructor dirige una discusión sobre las conductas y actitudes mostradas en el desarrollo del mismo.

El Escudo

Materiales: Hojas subdivididas en 4 y recortadas como un escudo.

Desarrollo: El coordinador expresa que el lenguaje simbólico es muy rico para la comunicación y por lo tanto, vamos a hacerlo con nuestra vida.
En este escudo vamos a colocar en la parte superior un lema: frase o palabra que exprese un ideal.

Luego dividimos el resto del escudo en partes y en cada una vamos a hacer un dibujo que expresará la vivencia en una etapa de la vida (podemos separarla en partes según el objetivo de la dinámica; por ejemplo: niñez, adolescencia, presente y porvenir; antes de… luego de… presente y porvenir, etc.)
En la reflexión subgrupal (6 a 8 personas) se pone en común las reflexiones individuales, y las vivencias expresadas.
En plenario el coordinador resalta que no se pretende ver qué se ha dicho sino qué impresiones se han tenido, qué dificultades y valores se encuentran en esta forma de comunicación.

¿Qué tan asertivo soy?

En la dinámica el monitor leerá lo siguiente, dejando un intervalo de tiempo después de cada historia, para que los participantes identifiquen si el personaje fue asertivo, no asertivo o agresivo; así como, comuniquen experiencias propias que les haya recordado y qué respuesta asertiva encuentran para el ejemplo de no asertividad y agresividad.

OCASIÓN EN QUE NO FUE ASERTIVO: La semana pasada mi hermano tomo 500 euros de mi cartera sin pedírmelos; en consecuencia no puede ver la película que quería, esa noche. El acostumbra hacer cosas como éstas, pero nunca le digo nada.

OCASIÓN EN QUE SE FUE HOSTIL: Una amiga bromeaba conmigo en la oficina. Yo tenía dolor de cabeza, así que le grité que era una persona desconsiderada, inmadura, y me fui dejándola con la palabra en la boca.

OCASIÓN EN QUE FUI ASERTIVO: El otro día iba yo con un amigo en el coche y éste prendió un cigarro; le dije que fumar en un espacio tan reducido y encerrado me molestaba y le pedí de favor, que no fumara mientras estuviéramos dentro del coche. El apagó el cigarro.

El monitor solicita a los participantes que hagan un autoanalisis sobre los comportamientos (Agresivo, asertivo y No asertivo) que muestra en cada una de las áreas de vida: Salud Valores Trabajo (necesidades)

La línea de la Vida

El monitor expresa que antes de comunicar a otro lo que soy, debo reflexionar sobre ello. Se pide que en una hoja con una línea se represente la línea de la vida, de modo que horizontalmente presente las diferentes edades. Verticalmente se colocará una escala de grados que puede empezar en la parte superior por la intensidad mayor: 100º, hasta llegar a 0º. La línea de la vida de cada cual, la elaborará de acuerdo a su propia vida, problemas, éxitos, etc., considerando la edad de cada acontecimiento y la intensidad con que se cree haberlo vivido. Luego en el trabajo en sub-grupos, se dan comentarios sobre las gráficas, motivados por el deseo de darse a conocer, de valorar al otro con su vida, respetando sus vivencias. El coordinador puede plantear la pregunta: ¿La vida de los otros me cuestiona?

Por cualidades

Materiales: Hojas y cinta adhesiva

Desarrollo: para una mayor integración grupal será provechoso el que cada miembro del grupo procure conocer y hacer resaltar las cualidades de sus compañeros.
En una hoja cada uno escribe el nombre de una de las personas del grupo (pueden ponerse en una bolsa e irlos sacando de a uno). Al lado del nombre escribe una cualidad bien característica de esa persona. Se van colocando en la pared estas hojas y por turno van pasando de modo que cada persona debe añadir alguna cualidad a la escrita en cada uno, o si le encuentra la misma, subrayarla.
El coordinador inicia el plenario resaltando si somos propensos a ver el “lado bueno” de los demás o no. Si el grupo es muy numeroso podrá subdividirse en subgrupos más reducidos.

Yo lo miro así

Materiales: un libro u otro objeto que reúna características semejantes para el desarrollo del ejercicio.

Desarrollo: en la dinámica se pide tres voluntarios que salgan del salón donde está reunido el grupo. Se les pide que hagan una descripción objetiva de un libro. Cada uno va a describir al grupo sólo una parte, sin ponerse de acuerdo entre ellos de cómo lo van a describir y sin poder mencionar el nombre de la parte. Luego uno por uno pasan frente al grupo a describir la parte que le tocó del objeto.

El grupo debe adivinar a qué objeto se están refiriendo los compañeros. Deben explicar qué cosas los hizo pensar en el objeto que dijeron.

Con este ejercicio se puede analizar las diferentes interpretaciones que se pueden dar a una misma cosa, dependiendo de cómo se lo mire. Cómo el conocimiento o comunicación parcial lleva a tener ideas equivocadas. Se puede analizar la capacidad de descripción y observación. Ver cómo estos elementos se dan en la vida cotidiana: en las noticias, comentarios, chismes, opiniones, etc. Y afirmar la importancia de tener una información completa y objetiva antes de emitir una opinión sobre algo.

Teléfono escacharrado

Materiales: El mensaje que se va a trasmitir, pizarra.

Desarrollo: en la dinámica el monitor puede grabar para reproducir la experiencia e indicar la distorsión de la comunicación. Debe llevar un pequeño mensaje escrito, el cual puede ser el siguiente tipo: «Juan le dijo a Jaime que mañana tenía una invitación con la novia del hermano de José, y que si quería ir le hablara a Jacinto para que lo apuntara en la lista que tiene Jerónimo».

Se solicita seis voluntarios y se numeran. Cinco de ellos salen del salón. Se lee el mensaje al No. 1 y se le pide al No. 2 que regrese al salón. El No. 1 dice al No. 2 lo que le fue dicho por el instructor sin ayuda de los observadores. Se pide al participante No. 3 que regrese al salón. El No. 2 le trasmite el mensaje que recibió del No. 1. Se repite todo el proceso hasta que el No. 6 reciba el mensaje, el cual debe ser escrito en el pizarrón para que el grupo entero pueda leerlo.

A su vez, el monitor escribe el mensaje original y se comparan. Se discute acerca del ejercicio; se les pide a los observadores un pequeño reporte sobre las reacciones de los participantes.

Caballos

Materiales: Lápiz y papel para cada participante y pizarra.

Desarrollo: en esta dinámica se coloca a los participantes, alrededor de una mesa de trabajo, o sentados frente al pizarrón. Después la disposición es libre.

El problema que presenta el monitor es el siguiente:

«Un día me compré un caballo en 600 euros; al rato lo vendí en 700. Poco después, en el mismo mercado, volví a comprar el mismo caballo a otra persona en 800 finalmente lo vendí en 900»

¿Gané o perdí? ¿Cuánto perdí o cuánto gané? ¿O no gané ni perdí? Sí se presentan problemas intergrupales en el transcurso del ejercicio, el instructor puede suspender e iniciar la reflexión.

Se presenta el problema como tarea a resolver primero en forma individual, y luego en grupo. Después de escuchar el problema, cada participante escribe su solución. Se forman equipos que deben llegar a una solución única.

Vamos a hablarnos

En esta dinámica el monitor le dice al grupo que los siguientes minutos se dedicarán a una actividad sencilla en la cual volverán el rostro hacia una persona que esté sentada cerca y sólo hablará durante dos o tres minutos. El tema carece de importancia; lo importante es que las dos personas de un grupo conversen con otras unos cuantos minutos.

Después de dos o tres minutos, se pide que se detenga el ejercicio y digan a sus compañeros lo que notaron en el comportamiento no verbal de los demás; por ejemplo, una persona estuvo jugueteando con un lápiz. Después de haber identificado estos gestos, reconozca que la mayor parte de las personas hacen esos movimientos en forma inconsciente.

Después de que cada persona haya recibido una crítica de su compañero, se le dice al grupo que reanude sus conversaciones, pero ahora deben hacer un esfuerzo consciente para no hacer ningún movimiento, excepto hablar. Continúan sus conversaciones otros dos o tres minutos.

PREGUNTAS PARA DISCUSIÓN:

1. ¿La mayor parte de ustedes pudo reconocer o estar consciente de sus movimientos no verbales en la primera conversación?

2. ¿Encontró que alguno de los gestos de su compañero lo distraía e incluso era molesto?

3. ¿Qué «sintió» cuando se vio obligado a sostener una conversación estrictamente de palabra? ¿Fue la comunicación igual de efectiva que sin emplear gestos?

Quién se parece a mí

En esta dinámica se les pide que cada cual mire al resto del grupo y vea quién se parece más a él. A medida que se sientan motivados se van parando e invitan a su parecido (quien no puede negarse) a dialogar a ver si en realidad sí se parecen.
Si llegara a quedar gente sin elegirse, se les pide que por parejas intercambien a ver si de verdad son tan diferentes. En plenario se da un feed- back donde se escuchan las experiencias y se refleja lo más interesante.