Tras varias investigaciones, científicos de varias décadas han llegado a la conclusión de que los ritmos pausados pueden calmar la ansiedad, disminuyendo el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, y ejerciendo una acción positiva en situaciones de estrés.

Para trabajar con cualquier colectivo, a través de la musicoterapia la técnica de reducción del estrés debemos, primeramente, emplear una pieza musical que capte la atención del grupo o individuo en particular, de modo que nos permite escapar momentáneamente del peso de las responsabilidades diarias y de lo que nos depara el futuro.

Cada individuo tendrá una pieza de música más adaptada a su perfil. Por ejemplo, algunos individuos se distraen con música lenta y por lo tanto habrá que escoger música con un ritmo mayor, mientras que en otros casos el elemento que nos libera es la letra y por lo tanto no hay que escoger un tema exclusivamente instrumental.

Para reducir el estrés con música serán suficientes diez minutos al día:

  • El primer paso para ello será escoger un lugar en el que no habrá interrupciones y acostarnos cómodamente en una cama, un sofá o una colchoneta o esterilla.
  • El segundo paso es escuchar tranquilamente durante unos minutos la música que hemos elegido y luego realizar unos ejercicios de relajación para distender los músculos.

La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión sanguínea y los niveles hormonales; además, los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos para acompasarse con la música.

Ejercicios de relajación

Respira despacio, pero a gusto.

Entonces empieza a imaginar un cielo azul maravilloso, sin una nube. Durante un ratito recuerda el olor y sensación del aire cuando el cielo está despejado.

Después a ese cielo dibújale en la mente un inmenso y profundo océano azul. Observa detenidamente que está en calma y que puedes oír las suaves olas.

Siente la profundidad y serenidad de ese mar durante otro ratito. Después a ese cielo maravilloso y a ese sereno y profundo mar añádele un bello sol amaneciendo. Inúndate de la sensación de frescura y renovación que nos transmite el amanecer todos y cada uno de los días de nuestra vida.

Y durante un ratito disfruta de él.

Por último introdúcete a ti en la imagen encima de una verde hierba. Siente el frescor y relajación que te transmite y disfruta de ella otro ratito.
Para finalizar hazte con una visualización del conjunto y durante varios minutos disfruta de la serenidad que te aporta hasta que te sientas completamente relajado.