La Risoterapia “se conoce como risoterapia a una estrategia o técnica psicoterapéutica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas. Se trata en general que las sesiones de risoterapia se practiquen en grupo aprovechando el contagio de persona a persona, ya que reír en grupo no es lo mismo que hacerlo solos: de esta forma el efecto grupal estimula a los que normalmente no reirían”.

A través de esta técnica podemos lograr la relajación, abrir nuestra capacidad de sentir, de amar, de llegar al silencio, al éxtasis, a la creatividad, sencillamente utilizando la risa como camino.

Se utilizan técnicas que ayudan a liberar las tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada, entre ellas: la expresión corporal, el juego, la danza, ejercicios de respiración, masajes, técnicas para reír de manera natural, sana, que salga del corazón, del vientre, de un modo simple como los niños.

Científicamente, se ha comprobado que la risa, la carcajada, aporta múltiples beneficios: rejuvenece, elimina el estrés, tensiones, ansiedad, depresión, colesterol, adelgaza, dolores, insomnio, problemas cardiovasculares, respiratorios, cualquier enfermedad. Nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación, abre nuestros sentidos, ayuda a transformar nuestras pautas mentales.

¿Para qué se utiliza?

Se utiliza la risa con el fin de eliminar bloqueos emocionales, físicos, mentales, sexuales, sanar nuestra infancia, como proceso de crecimiento personal. Se crea un espacio para estar con uno mismo, vivir el aquí y ahora, estar en el presente, ya que cuando reímos es imposible pensar, nos ayuda a descubrir nuestros dones, abrirnos horizontes, vencer los miedos, llenarnos de luz, de fuerza, de ilusión, de sentido del humor, de gozo y aprender a vivir una vida positiva, intensa, sincera y total, como los niños.

Después de una sesión de dos horas, es inevitable sentirse pleno, amoroso, tierno, alegre, vital, energético y un sinfín de sentimientos positivos. Parece mentira cómo un método tan sencillo como es la risa puede aportarnos tanto: la risa es Magia, es Alquimia, es la mejor medicina.

¿Cómo es la Risoterapia?

Los monitores no son humoristas sino técnicos cuya metodología contiene:

– Estiramientos: Mediante la conciencia y el movimiento el cuerpo se desbloquea y se relaja.

– Comunicación: Ejercicios para relacionarse con el fin de desinhibirse y crear complicidad entre los participantes.

– Juegos: Con ellos se busca la diversión y volver a la infancia para lograr la mejor risa sincera y abierta.

Utilizamos ejercicios y una gran variedad de juegos para reír en grupo y para conocernos, para divertirse y disfrutar, musicoterapia, la danza y la relajación. Todo ello para que la risa pueda salir del corazón y del vientre.

Una sesión de Risoterapia

En una sesión de risoterapia podemos distinguir determinados momentos con diferentes actividades:

  1. Introducción: explicaremos a los participantes el origen e ideas sobre la terapia de la risa, beneficios, utilidades, forma de llevarla a la práctica, etc.
  2. Estiramientos: permitirán a través del movimiento, desbloquear el cuerpo y relajarse. Estos ejercicios se realizan en posición tumbada y se centran en pulmones, espalda y estómago, para poder hacer mejor los ejercicios y tener más capacidad para respirar y que no tengamos ningún contratiempo realizando las técnicas.
  3. Ejercicios de comunicación verbal y no verbal: tiene como objetivo que puedas desinhibirte y establecer complicidad con los demás participantes.
  4. Técnicas: es el momento clave, en el que se ponen en práctica diferentes técnicas con el fin de provocar la risa espontánea y alcanzar la mejor y más efectiva de todas que es la carcajada. Esto se logra a partir de un repertorio variable de juegos y ejercicios.
  5. Relajación: aunque con los ejercicios y la técnica en sí nos vamos a relajar, podemos hacer al fin de la sesión, algunos ejercicios de relajación, tumbados, para así terminar con buen sabor de boca y con el cuerpo exterior e interiormente relajado.