1. UN DESFILE CON MARCHA

Un buen desfile es una auténtica fiesta en la calle, una forma concreta de que un grupo de personas se divierta y anime a otros a que también lo hagan. En efecto, un desfile siempre acaba con más gente de la que empezó.

Para hacer un desfile hay que comenzar estableciendo el trazado exacto que el grupo deberá recorrer. Conviene que éste transcurra por la zona más céntrica de nuestro barrio o pueblo. También es importante el momento; para asegurar el éxito, el desfile será preferentemente en día festivo y en una hora en la que la calle esté llena. Es importante que el desfile concluya en una plaza o en un espacio amplio.

Orquesta ruidosa

Es un elemento muy  llamativo. Un grupo de jóvenes formará la orquesta. Irán equipados con latas, cacerolas, trompetillas, pitos, maracas, tapaderas… No puede tocar uno cuando le apetece, es toda la orquesta la que suena o la que descansa. Sería estupendo que algún amigo supiera tocar algún instrumento de viento.

Cabezudos

Son muy vistosos y fáciles de hacer. Para ello se necesitan cajas de cartón, cuanto más grandes mejor. Las cajas deberán ser pintadas en principio de un color claro uniforme por todo el cartón. Luego se pintan los ojos, la nariz, los rasgos. Al hacer la boca tendremos que recortar el cartón a la altura de los ojos del que va a llenar el cabezudo, de esa forma podrá ver a través de ese agujero. Para hacer el pelo sirve el papel de color cortado a flecos.

Los trajes

Hay que tener en cuenta que todos aquellos que inician el desfile tienen que ser auténticos animadores que pierden la vergüenza y sienten la fiesta por más que estén en la calle. Por tanto, es importante que todos vayan preparados con algún disfraz o con ropa llamativa. La imaginación de cada uno deberá construir el traje más raro.

Pancartas

Pueden ser reivindicativas (aludiendo a los derechos del niño, a alguna necesidad que tengan los jóvenes en la zona, condenando la violencia…).

También pueden ser meramente festivas, con dibujos de payasos, con frases simpáticas, etc.
Las pancartas deben estar hechas con tela (el papel se rompe pronto) y sujetas con palos. Si la pancarta es muy grande, habrá que hacer en la tela unos agujeros para que se cuele el aire en caso de que sople el viento.

Además del griterío lógico de todo desfile, puede haber slogans que son coreados por todos los participantes y acompañados por la persecusión de la orquesta.

Elementos festivos y de animación

Se pueden inventar muchísimos. Puede haber acróbatas, saltimbanquis, gente que hace burbujas de jabón, jóvenes que tiran serpentinas, confettis… Otros pueden dar caramelos a los niños pequeños que se acercan. Con bolsas de basura abiertas y atadas por sus extremos unas con otras, se puede hacer una gran sombrilla bajo la que muchos se protegen.

En algún momento habrá que parar a descansar. Se pueden inventar formas originales de desfilar: marcha atrás, a saltos, a la pata coja… Si hay posibilidades, puede haber un coche con un gran altavoz que emita música.

Como hemos dicho, conviene que sea en una plaza. Puede hacerse allá una gran chocolatada invitando a cuantos curiosos se han acercado. Puede ser un fin de fiesta fenomenal.

2.- GUSANO CALLEJERO

Cada día más se redescubren las calles y plazas de nuevas ciudades o pueblos como espacios útiles para la diversión y el tiempo libre. La propuesta consiste en la construcción de un gusano gigantesco que se pasee por todo el barrio o por el patio del colegio.

Durante varias semanas, se debe ir guardando cajas grandes de cartón. Todas estas cajas hay que irlas almacenando hasta que llegue el momento de montar el gusano. Será una gran fiesta.
Cuando ya se tenga las cajas suficientes (30 ó 40), se puede empezar el trabajo.

Manos a la obra

Dirigiéndose con todas las cajas a una plaza o al rincón que hayan elegido para jugar. Necesitaremos también cuerda gruesa abundante, pintura y algún que otro material que puedan ir improvisando.

Una de las cajas mayores y más fuertes nos servirá para la cabeza del gusano. El resto de las cajas irán tras ella. Cada caja debe ser ajustada a la anterior con la cuerda; para ello perforaremos las cajas e introduciremos en las perforaciones la cuerda, atada por dentro de modo que el nudo sea mayor que el agujero y la cuerda quede bien sujeta. Es conveniente que cada trozo de cuerda mida medio metro o menos para que así tengan movilidad al ser arrastradas.

Decoremos el gusano

Ya que tenemos una larga hilera de cajas fuertemente atadas unas con otras, ahora pintaremos cada caja para que el gusano sea bien vistoso. Pueden pintar cada caja con tres franjas de colores -siempre los mismo-; así el gusano tendría cierta unidad. A la última caja se puede colgar una hermosa cola hecha con un trozo de cuerda deshilachada y pintada.

La cabeza

La cabeza del gusano debe ser especialmente cuidada. Se pintaran ojos y boca sonriente. Se pueden colocar bigotes largos y una hermosa cabellera hecha a base de bolsas de basura anudadas… Ahora hay que dejar que el gusano se seque y repose.

El desfile

Con el gusano como protagonista, puede montarse un desfile apasionante: gente disfrazada, banda de músicos improvisados, pregoneros que gritan la presencia del gusano entre las calles y… evidentemente, jóvenes encargados de hacer que el gusano se mueva; éstos deberán arrastrarlo con delicadeza y suavidad. Si la cosa está bien organizada, el serao que se puede montar es increíble.

3.- FIESTA DE DISFRACES

En la fiesta, en la juerga, en el tiempo libre, el disfraz ocupa un lugar privilegiado. Hace que parezcas otra persona, aunque no dejes de ser la persona que realmente eres. Tiene, pues, su carga fantástica.

Lo que propongo no es una serie de formas para disfrazarlos, sino cómo organizar una fiesta en la que los disfraces sean los protagonistas. La pueden poner en práctica en la escuela, en unas colonias o siempre que se reunan.

¿De qué nos disfrazamos?

Lo primero que tenemos que hacer es escoger un tema que sea protagonista de la fiesta y alrededor del cual giren los disfraces que vayamos a confeccionar. por ejemplo: una boda. Haremos una serie de papelitos -tantos como participantes- y en cada uno de ellos colocar el nombre de un personaje que interviene en la boda, por ejemplo: el cura, el monaguillo, el novio, la novia… También pueden aparecer una larga lista de invitados: el conde de Ramirincón, el marqués, el indio, un torero…
Una vez que estén hechos los papeles, se repartirán a suertes entre los participantes. Cada uno tendrá que ingeniárselas para disfrazarse del personaje que le ha tocado.

La ceremonia

Se puede disponer un gran ruedo con sillas. El presentador irá anunciando a los invitados que van llegando. Cada invitado hará un saludo propio del personaje que interpreta. El jurado irá ahora fijándose mucho en la imaginación que se ja invertido en la confección de los disfraces e irá puntuando.

Finalmente entran los novios. Se estimula la ceremonia de la boda, el cura les bendice, la madre del novio llora emocionada… hay escenas conmovedoras. Salen los recién casados y se forma ahora un gran desfile con arroz, serpentinas… Puede haber también una banda musical de jóvenes disfrazados con instrumentos fabricados por ellos mismos, o con instrumentos normales si saben tocarlos. Amenizarán el desfile de manera especial.

Los actos

Puede haber, cómo no, un banquete de bodas aunque sólo sea a base de bocatas o de chocolate con torta.

Luego se puede montar un gran baile que iniciarán los recién casados y en el que todo el mundo participe… hasta el borracho, que baila el rock de maravilla. En el descanso del baile se anunciarán los ganadores del concurso al disfraz más original.

También se pueden construir decorados para la iglesia, la sala de baile, el comedor, etc.  Además de la boda, son muchos los temas que con este procedimiento pueden escoger para montar una fiesta de disfraces: una corrida de toros, el circo…